Andrés Manuel López Obrador vino a Puebla, con la mayoría de los integrantes de su gabinete, y también asistió la jefa del Gobierno de la CDMX.

El luto que tendrá un peso permanente, pero que tuvo su duelo más intenso la semana pasada, nos dejó sin la posibilidad de analizar a detalle el mensaje que, con humanidad y sentimiento, pero también con esencia política, ofreció el Presidente de la República, durante el funeral de Estado del gobernador Miguel Barbosa Huerta.

Andrés Manuel López Obrador vino a Puebla, con la mayoría de los integrantes de su gabinete, y también asistió la jefa del Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, con pesar y con reconocimiento al amigo y compañero de muchas batallas, a lo largo de más de 25 años.

Se detuvo en su alocución, especialmente, en las luchas electorales que llevaron a Barbosa a ganar dos veces la gubernatura, en 2018, cuando se perpetró el fraude del morenovallismo, y en 2019, cuando finalmente llegó a Casa Aguayo.

El tabasqueño abundó, con toda intención, en el proceso de selección interno de Morena, de 2018.

Habló del interés del ex rector de la UDLAP, Enrique Cárdenas Sánchez, quien no fue seleccionado, a pesar de su buena fama pública en ciertos círculos, pero que fue Miguel quien tuvo la cercanía y fuerza de la gente y triunfó en la encuesta interna del Movimiento Regeneración Nacional (Morena).

“Y se realizó la encuesta y ganó Miguel la encuesta, porque pues puede ser que se tenga buena fama y se es conocido en sectores, pero para ganar una encuesta se necesita tener un conocimiento de todo el pueblo.

“A veces, de manera muy clasista se piensa que es el llamado círculo rojo los que deben de decidir, que el pueblo raso no cuenta, y están equivocados porque la democracia es la participación de todos en condiciones de igualdad, se vale lo mismo rico o pobre, y es la mayoría la que decide.

“Entonces, gana Miguel y se enoja el que pierde (Enrique Cárdenas). Aparentemente muy sensato, muy educado y consecuente, pero cuando no hay convicciones, cuando no hay principios, cuando no hay ideales, se es muy individualista, muy egoísta y sale el cobre, brota lo que realmente es la persona.

“Pueden estar hablando en el discurso que ellos quieren servir y lo que más les importa es el bienestar de la gente, pero eso es pura demagogia o, como se dice coloquialmente, puro rollo; a la hora de la verdad es cuando se demuestra si se lucha por la democracia, si se es demócrata auténtico o simplemente se simula y sólo se piensa en el bienestar o en el interés personal”, sentenció Andrés Manuel López Obrador.

La versión estenográfica está a disposición en https://lopezobrador.org.mx/2022/12/14/version-estenografica-homenaje-postumo-miguel-barbosa-huerta/.

A esa hora, el día 14 de diciembre, en los funerales de Estado de Miguel Barbosa, ya desde la valentía, una figura nacional había advertido a los poblanos el intento de Moisés Ignacio Mier Velazco, de imponer a su socio y cómplice, el priísta José Enrique Doger Guerrero, como gobernador sustituto.

La referencia específica de López Obrador también se encuentra encuadrada, insoslayablemente, en la estrategia que ha seguido el coordinador de los diputados federales de Morena, de buscar su candidatura en la cúpula, porque en tierra, con la gente, con la mayoría y con el pueblo, no tiene aceptación. Así lo han demostrado los mítines marginales que ha realizado.

Su cuento recurrente, que han propalado con los suyos, es que Andrés Manuel lo va a ungir candidato.

Pero ahora sabemos muy bien qué piensa el Presidente de la República sobre esos “individualistas, egoístas”, a quienes les “sale el cobre, brota lo que realmente es la persona”.
También los ha llamado “vulgares ambiciosos”.