Moisés fue secretario general del ayuntamiento con su jefe político, el priísta José Enrique Doger Guerrero, y debiera saberlo.
La legendaria Estación de Ferrocarriles de San Lázaro, de la hoy Ciudad de México -vecina de los barrios de Tepito y la Lagunilla-, fue testigo silente de muchos adioses. Una incuantificable cascada de despedidas de amados y amantes tuvieron como escenario aquel sitio, de donde los trenes salían para toda la república, hasta que a mediados de los años 60 del siglo pasado quedó en desuso.
Exactamente en donde estaba su patio de maniobras, hoy se asienta el Palacio Legislativo de San Lázaro, sede de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.
En ese suelo muchas lágrimas, de tristeza por los que se iban, tanto de felicidad por los que arribaban, se derramaron. Sus ecos están y aun cuando llueve puede sentirse la humedad que también salió de los ojos de miles, durante los años que estuvo activa, desde su edificación en el porfiriato, en 1879.
Los ecos ahí siguen, la humedad se vive al grado que hay lágrimas que todavía se derraman desde ahí, desde el recinto parlamentario que fue inaugurado oficialmente el 1 de septiembre de 1981, con el V Informe de Gobierno del entonces presidente priísta José Guillermo Abel López Portillo y Pacheco.
Esta tarde de lunes, el coordinador de los diputados federales del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Moisés Ignacio Mier Velazco, se quejó lastimosamente, aunque dejando ver su elástica y forzada sonrisa, desde ahí, de que en Puebla capital el Ayuntamiento tenga que quitarle, clausurar, los anuncios sobre su informe legislativo, porque la administración municipal debe cumplir con la ley.
Los anuncios que mandó poner en los puestos de periódicos del primer cuadro de la ciudad son violatorios de la norma. Específicamente del Código Reglamentario Municipal (Coremun), que detalla en su Fracción XXII del Artículo 773: “No se permitirá ningún tipo de anuncios de propaganda política en el Centro Histórico, Áreas Patrimoniales y Monumentos”.
Moisés fue secretario general del ayuntamiento con su jefe político, el priísta José Enrique Doger Guerrero, y debiera saberlo. Más todavía: ha sido diputado federal 4 años seguidos, pero no ha revisado ni ese reglamento.
En un video colgado en sus redes, en el que se queja, como presagió el gobernador Miguel Barbosa que “irá de chillón”, Moisés Ignacio aduce que no es propaganda electoral”, sino “invitación” a su informe, que se rinde por ley.
Dos temas sobre su afirmación: propaganda política no es lo mismo que electoral. No está llamando al voto, pero en cambio es de un político y de su partido y es promoción personalizada. Es un error normal en un bachiller.
Y además, si por ley debía presentar su informe anual, lo que es cierto, ¿dónde están los otros tres? Seguramente en archivo, pero no se los presentó a los ciudadanos de la Cuarta Circunscripción, que él representa, pues es plurinominal, es decir, llegó a San Lázaro sin hacer campaña y sin mirar a la gente a los ojos para comprometerse a representarla.
Se equivoca Moisés si cree que nos va a confundir.
Colofón: Canción “Tren del infierno” del poblano Alejandro Lora Serna.
Frase: “Salía un tren que tenía un letrero, decía San Luis, quién sabe si San Luis Missouri o San Luis Potosí…”