Treinta y tres días de recorridos completa este viernes en Puebla la presidenciable puntera Claudia Sheinbaum Pardo. Llega casi a la mitad de los 70 días de la justa, con contacto directo con la gente por todo el país, que definirá a la coordinadora Nacional de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación (4T), lo que la pondrá como candidata presidencial firme y en la antesala del Palacio Nacional para 2024.
Ninguno de sus cinco adversarios de la interna del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) se le ha podido acercar hasta hoy ni cuantitativa ni cualitativamente.
Su más cercano competidor en las referencias demoscópicas, el ex canciller Marcelo Luis Ebrard Casaubón, parece extraviado en su propio laberinto de jactancia y de elitismo propio y de sus equipos estatales y central.
La campaña del también ex jefe de gobierno del entonces Distrito Federal ha desdeñado, o simplemente no ha podido ir al contacto masivo con la gente, a diferencia de la contundente convocatoria que levanta Sheinbaum en cada lugar a donde se para.
De los 33 días que lleva esta campaña interior del partido del presidente de la República, Marcelo Luis perdió muchos en la queja, en el lamento y en el berrinche, porque no ve «piso parejo».
Lo que en realidad no se le ha dado a Ebrard es un escenario como pretendió y como quisiera: con condiciones muy favorables para desplegar su estrategia de pequeños auditorios y más distancia que cercanía con la gente.
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En el campamento “ebradrista” leyeron mal el planteamiento de Andrés Manuel López Obrador de hacer un recorrido intenso de 70 días por todo el país, para definir la coordinación Nacional de la 4T.
El presidente de la República buscaba que esta competición interna mostrara la esencia de un candidato o candidata con efectiva base social, arraigo y arrastre populares.
Ebrard no ha podido.
En tanto, José Gerardo Rodolfo Fernández Noroña, del Partido del Trabajo (PT), ni siquiera lo intentó, porque sabe que no tiene empatía.
El participante del PVEM, Manuel Velasco Coello, concibió su campaña como de bulto y simulación desde el principio; Adán Augusto López Hernández quedó desdibujado apenas salió del Palacio de Covián, sede de la secretaría de Gobernación federal, en Ciudad de México.
Una mención aparte merece Ricardo Monreal Ávila, el ex coordinador de los senadores morenistas, que con capacidades de convocatoria y también una personalidad magnética para sus auditorios, se ha limitado a actos eficientes, pero modestos.
El colmillo retorcido del ex gobernador de Zacatecas le mostró que esta no va a ser su verdadera oportunidad y que, más pronto de lo que todos piensan, habrá que sumarse a quien sí tiene el efectivo aval popular y masivo.
Son 33 días. En la numerología, esa cifra representa maestría. Se considera así porque fue la edad de iniciación de Jesús (muerte, resurrección y ascensión).
Este viernes, Sheinbaum estará en Puebla.
Claudia completa casi la mitad del camino con los poblanos.
Será sin duda candidata. Por las cifras, las circunstancias y, sobre todo, la eficiencia.
Foto: Especial