Los hallazgos, según los expertos, destacan la necesidad crítica de implementar con urgencia programas de vigilancia para monitorear la propagación del SARS-CoV-2

En los últimos meses, los científicos han encontrado propagación de ciervo a ciervo del coronavirus que provoca la COVID-19, en distintos lugares de Estados Unidos, tanto en Ohio, como en Iowa o incluso Canadá.

El nuevo trabajo en el que más del 80 por ciento de los ciervos de cola blanca muestreados en diferentes partes de Iowa tienen el virus o más del 67% en Michigan son positivos y muestran signos de la enfermedad, lleva a la idea de que “en realidad podríamos haber establecido un nuevo anfitrión de mantenimiento fuera de los seres humanos”», según Andrew Bowman de la Universidad Estatal de Ohio y autor principal de un nuevo trabajo que publica la revista Nature.

Aunque los científicos no han confirmado la causa exacta de cómo estos animales salvajes han contraído la COVID19, la hipótesis principal es que los ciervos están bebiendo agua contaminada; la investigación muestra que el virus persiste en las heces humanas y las aguas residuales.

Hay cientos de animales que han dado positivo en coronavirus en Illinois, Michigan, Nueva York, Pensilvania, Iowa, Ohio… y los investigadores temen que toda la población de ciervos acabe infectada.

Los hallazgos, según los expertos, destacan la «necesidad crítica de implementar con urgencia programas de vigilancia para monitorear la propagación del SARS-CoV-2 dentro de los ciervos y otras especies de vida silvestre salvaje susceptibles, y poner en práctica métodos para mitigar el posible derrame».

El SARS-CoV-2 podría mutar al pasar entre ciervos, lo que podría facilitar la transmisión de nuevas cepas a humanos y otras especies, aunque todavía no hay evidencia que avale esta hipótesis.

“Es preocupante que el SARS-CoV-2 también pueda sobrevivir en ciervos sin mutaciones mientras simultáneamente continúa evolucionando en humanos y, en algún momento, cuando los humanos no tengan inmunidad a las cepas que infectan a los ciervos, esas variantes podrían volverse a los humanos”, comenta Bowman.

«Aquí, estamos diciendo que en la naturaleza, están infectados, y si pueden mantenerlo, tenemos una nueva fuente potencial de SARS-CoV-2 que llegaría a los humanos».

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