En la zona existe un 95 por ciento de probabilidad de la ocurrencia de cáncer por exposición de bromoformo, bromodiclometano y clorodibrometano. 


El grupo de científicos que acompaña a pobladores del rio Atoyac en la defensa y saneamiento de las cuencas, descubrieron la presencia de plaguicidas contaminantes no regulados por la NOM-127 y casos de derrames industriales en suelo agrícola.

Durante la conferencia web “Las regiones de emergencia ambiental: cuencas del Alto Balsas (Tlaxcala) y cuenca Independencia (Guanajuato)”, que organiza el Conacyt, la doctora María Inés Josefina Navarro, señaló que en la cuenca ha predominado la visión económica y la actividad industrial frente al bienestar y la salud social.

La especialista confirmó que en la zona existe un 95 por ciento de probabilidad de la ocurrencia de cáncer por exposición de bromoformo, bromodiclometano y clorodibrometano.

En el análisis de aguas superficiales hallaron la presencia permanente de cloroformo y cloruro de metileno y, en aguas subterráneas, dos plaguicidas que contaminan, según el análisis en cinco pozos localizados cerca del río Atoyac.

Además, María Inés Josefina Navarro destacó que existen casos de contaminación de suelo por derrames industriales, que no son atendidos por las autoridades y mucho menos se ha reparado el daño, como están obligadas industrias y autoridades de acuerdo a las normas sanitarias y ecológicas.

Uno de los casos que siguió y atendió el grupo de especialistas fue el derrame en 2019 del Complejo Industrial Quetzalcoatl donde aún hay presencia en suelo agrícola de cloroformo, cloruro de metileno, tetracloruro de carbono, xilenos y metales como cromo y cobalto.

“A pesar de las evidencias con los resultados de laboratorio, nunca hubo respuesta ni reparación del daño… lo anterior se entiende por un predominio de la visión económica sobre el bienestar social”, señaló la especialista en ingeniería por la UNAM.

Asimismo, han identificado que las normas favorecen a las industrias, se toman decisiones en estudios deficientes e incompletos, la información es controlada y poco transparente, la asignación de recursos es insuficiente y hay una deliberada exclusión de las comunidades.

Para revertir la contaminación del rio Atoyac los especialistas refirieron que es necesario suspender temporalmente las concesiones para el uso industrial del agua, un inventario objetivo y completo de los puntos de descarga de aguas residuales, transparentar la información y elaborar un verdadero diagnóstico que permita construir una política pública eficaz.

El grupo de investigadores acompaña a las comunidades agrupadas en el Centro Fray Julián Garcés Derechos Humanos y Desarrollo Local y a la organización Por un Atoyac con Vida, donde convergen pobladores de los municipios de Puebla y Tlaxcala que habitan en el Atoyac.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *