Conagua no ha elaborado el plan de saneamiento de la cuenca; existe un proyecto sin aval de las autoridades recomendadas por la CNDH.
A año y medio de que las autoridades de los tres niveles de gobierno aceptaron la recomendación 10/2017 que emitió la CNDH por la contaminación de la cuenca Atoyac-Zahuapan, a lo largo de la región han fallecido dos mil 810 personas en los últimos 18 meses, lo que significa que un poblador de los municipios de Puebla y Tlaxcala muere cada cinco horas a causa de la contaminación de los ríos, refirieron científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) durante el Segundo Foro Comunitario para el Saneamiento de la Cuenca Atoyac-Zahuapan.
Al respecto, la investigadora de la UNAM, Regina Montero Montoya, señaló que en las poblaciones de Villa Alta y San Mateo del municipio de Tepetitla de Lardizábal, los niños y niñas de la cuenca presentaron el doble de niveles de toxicidad que los niños de poblaciones alejadas de ríos y aguas contaminadas.
De acuerdo a resultados del Monitoreo de Población Infantil por Exposición a Contaminación Ambiental, los menores de edad de Tepetitla están mas propensos a desarrollar enfermedades crónico degenerativas como el cáncer, insuficiencia renal y la disminución de su capacidad de desarrollo corporal.
«Los niveles que encontramos, y aquí nos lo podrían discutir las autoridades, están dentro de la norma de los niveles nacionales de contaminantes. Sin embargo, en una revisión que se hizo con 42 estudios que se han hecho al rededor del mundo, se ha encontrado en esos estudios que a esos niveles de contaminación, hay efectos en la salud que se manifiestan en infecciones, pero también son el inicio de enfermedades crónicas«, dijo Montero Montoya.
Por su parte, los académicos Paola Velásco y Mario Arellano Aguilar, coincidieron en que la norma ambiental sobre descargas y desechos industriales en México «es obsoleta o no se aplica«.
«La legislación ambiental no se cumple y es insuficiente, no se vigila que se cumpla, se da la prioridad a la inversión y no hay programas de monitoreo ambiental».
Respecto a la recomendación 10/2017 que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió para los tres niveles de gobierno, incluyendo a autoridades estatales y los municipios de Nativitas, Ixtacuixtla y Tepetila, el coordinador de organización comunitaria del Centro Fray Julián Garcés y también académico de la UNAM, Octavio Rosas Landa, señaló que las autoridades no han cumplido con la elaboración y firma del convenio de colaboración interinstitucional para el saneamiento de los ríos.
A 18 meses, solo hay un proyecto elaborado por la Conagua que no incluye el trabajo interinstitucional ni la opinión de las comunidades afectadas, ni mucho menos de la Coordinadora por un Atoyac con Vida, promovente de la queja ante la CNDH.
«El proyecto elaborado por la Conagua es una burla de lo expresamente formulado en la recomendación de la CNDH, en tanto que fue elaborado solo por la Conagua sin intervención, incluso, del resto de las autoridades, y mucho menos del resto de la participación de las organizaciones de la sociedad civil», dijo Rosas Landa.
Es pertinente recordar que el 21 de marzo de 2017, con la emisión de la recomendación 10/2017, la CNDH confirmó los procesos de contaminación de los ríos, la afectación a la salud de los pobladores, el abandono de los esfuerzos gubernamentales para el saneamiento y el control de descargas industriales, así como el ocultamiento de la información sobre los riesgos de la contaminación en la población desde el procesos de industrialización en el siglo pasado.
«La CNDH afirmó que teníamos razón cuando decíamos que había una relación entre la contaminación de la industrial, la negligencia gubernamental para detenerla y las enfermedades que padecía la población; ahora, en un plazo de más de 18 meses, las autoridades no han cumplido con lo que se les ha recomendado«, concluyó Octavio Rosas Landa en el foro organizado por el Centro Fray Julián Garcés, la Coordinadora por un Atoyac con Vida, Científicos comprometidos con la Sociedad y el Consejo Ciudadano por la Dignificación de Ixtacuitla.