Comunidades e investigadores se pronunciaron para que los Congresos de Puebla y Tlaxcala reconozcan la emergencia sanitaria y ambiental en la Cuenca del Alto Atoyac, donde además confluye el río Zahuapan, uno de los afluentes más contaminados de la región, para que legislen a favor del acceso al agua y el saneamiento, y no para la privatización y comercialización de los ríos.
Durante el cierre del Segundo Foro regional sobre la problemática de contaminación en la Cuenca del Alto Atoyac, la directora del Centro Fray Julián Garcés Derechos Humanos y Desarrollo Local, Alejandra Mendez Serrano, mencionó que los gobiernos estatales deben mirar el problema ambiental con «perspectiva de la cuenca», es decir, como un problema integral que relaciona la salud con el medio ambiente y éste con la política pública, la educación, los derechos medioambientales, la industria, la economía y el comercio.
Nada está desligado en la cuenca, el medio ambiente es una unidad junto con la población integrada a través de la cultura medioambiental, por lo que los gobiernos de Puebla y Tlaxcala deben mirar el problema en todas sus dimensiones, contraria a la perspectiva neoliberal que pretende desvincular los elementos de la unidad en parcelas alejadas una de la otra, lo que los obliga a mirar los problemas de salud desligada de la contaminación ambiental.
En el posicionamiento fijado al cierre del foro este viernes, el Centro Fray Julián se pronunció en contra de la privatización del agua, la iniciativa de quitar su administración a las comunidades y exigieron que las autoridades dejen de simular en el cumplimiento de la Recomendación 10/2017 de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Señalaron que solo los indicadores que muestren la disminución de la contaminación y de las tasas de morbilidad y mortalidad de la población podrán sostener los discursos oficiales sobre las acciones para el saneamiento de los ríos.
Otras de las exigencias es que los gobiernos federal, estatales y municipales construyan una nueva política integral de regulación del crecimiento industrial en la región y de la supervisión efectiva de sus emisiones y transferencia de contaminantes, y que generen los instrumentos necesarios para regular a la mediana y gran industria, y se evite que aumenten los daños a la salud en la Cuenca.
Además, demandan atención a la salud de la población, campañas de educación y apoyo especial para personas vulnerables; así como atender la problemática en el marco del cambio climático.
Es pertinente mencionar que en el Foro participaron comunidades, organizaciones civiles, la UATx y la BUAP, así como el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt) en el marco de los Programas Nacionales Estratégicos (Pronaces) de agua, salud y agentes tóxicos, ocho Proyectos Nacionales de Investigación e Incidencia (Pronaii) que cubren el área de la Cuenca y cuyos resultados se presentaron en este foro.
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