El volcán Popocatépetl tuvo tres explosiones este jueves. La más intensa poco después de las 7 de la mañana y la más reciente dos horas después.
Por la explosiones se generaron exhalaciones de gas, vapor de agua y ceniza. La más alta superó los dos kilómetros de altura. En todos los casos, el volcán Popocatépetl arrojó material incandescente.
La Coordinación de Protección Civil advirtió caída de ceniza por la actividad en el Popocatépetl en: San Nicolás de los Ranchos, Calpan, Tianguismanalco, Nealtican, San Pedro Cholula, San Jerónimo Tecuanipan, San Andrés Cholula, Juan C. Bonilla, Coronango, Cuautlancingo, Puebla, San Gregorio Atzompa, Amozoc, Tepatlaxco, Acajete, Tepeaca y Cuautinchan.
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La dependencia de la Secretaría de Gobernación (Segob) advirtió que la columna de ceniza se dirigía al este, como consecuencia de la dirección del viento, por lo que exhortó a la sociedad a proteger su salud, pues este material volcánico puede irritar los ojos y afectar las vías respiratorias, provoca agotamiento, potencia enfermedades obstructivas y genera problemas intestinales.
Es importante mencionar que el semáforo volcánico se mantiene en Amarillo Fase 2, esto según el Comité Científico Asesor (CCA) del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) para el volcán Popocatépetl, integrado por especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Universidad de Colima y del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).
Dicho comité realizó su reunión extraordinaria número 78 para evaluar el comportamiento reciente del volcán ubicado en los límites del Estado de México y Puebla.
De acuerdo con el análisis de su actividad, se determinó que a partir de septiembre del año pasado ha registrado un incremento en el número de explosiones y exhalaciones, sin que sobrepase la actividad de años previos. Este cambio en el comportamiento ha incluido la formación y destrucción de domos de dimensiones reducidas. Como referencia, éstos han tenido un volumen promedio de 0.6% del mayor domo observado a partir de 1996.
Por Fernando Pérez Corona
