La calefacción residencial propulsada por energía nuclear es distinta a las calderas de agua que funcionan con energía generada por fuentes nucleares.
El agua estaba caliente, con vapor y salía en abundancia. Pavel Rozhkov dejó que corriera por su cuerpo, disfrutaba de una ducha que no es para los aprensivos: en su piel desnuda sentía el calor producido por una reacción atómica que llegaba directamente de un reactor nuclear instalado en su hogar.
“En lo personal no estoy preocupado”, dijo Rozhkov.
Su ducha era cortesía de la calefacción nuclear residencial, que sigue siendo extremadamente inusual y que llegó hace apenas un año a este pueblo remoto de Pevek, en Siberia. La fuente no es el típico reactor con enormes torres de enfriamiento, sino el primero de una nueva generación de plantas nucleares más pequeñas y posiblemente más versátiles, en este caso a bordo de una barcaza que flotaba en el cercano océano Ártico.
Ahora que los países del mundo se reúnen en Escocia para buscar nuevos modos de mitigar el cambio climático, Rusia ha acogido la calefacción residencial nuclear como una posible solución mientras que, al mismo tiempo, espera que pueda brindarle una ventaja competitiva. Hay empresas en Estados Unidos, China y Francia que están considerando fabricar el tipo de reactores pequeños que ahora están conectados a las plantas de agua de Pevek.
“Es muy emocionante”, dijo en entrevista telefónica Jacopo Buongiorno, profesor de ciencia nuclear e ingeniería en el Instituto de Tecnología de Massachusetts. Estos reactores pequeños, dijo, también podrían calentar los invernaderos o brindar calor para usos industriales. Al llevar a cabo este nuevo enfoque, dijo “los rusos van adelante”.
La calefacción residencial propulsada por energía nuclear es distinta a las calderas de agua o calefactores que funcionan con energía generada por fuentes nucleares. La calefacción nuclear directa, que se está probando en pequeñas zonas de Rusia y Suecia, hace circular el agua entre una central eléctrica nuclear y los hogares y transfiere directamente a las residencias calor directo de la fisión de átomos de uranio.
Calentar los hogares con energía nuclear también tiene beneficios ambientales, dicen quienes proponen la idea. Principalmente, se evita el desperdicio de calor que por lo general se escapa en forma de vapor de las torres de enfriamiento cónicas de las plantas nucleares y, en lugar de ello, lo capta para emplearlo en la calefacción residencial, si es que los clientes lo aceptan.
No obstante, algunos expertos expresan preocupación ante los riesgos potenciales e indican que ha habido numerosos derrames y accidentes en submarinos rusos y soviéticos que emplearon reactores pequeños similares. En 1989 y 2000, por ejemplo, se hundieron submarinos nucleares.
“Es tecnología nuclear y el punto de partida debe ser que es peligrosa”, dijo Andrei Zolotkov, investigador en Bellona, un grupo ambientalista noruego. “Es la única forma de concebirla”.
Natalia, la esposa de Rozhkov, se mostró en un inicio escéptica. Desde la ventana de su cocina pueden ver la nueva instalación nuclear, que se encuentra a kilómetro y medio de su casa. Dijo que estuvo “preocupada los primeros dos días” después de que su departamento fue conectado a uno de los bucles de enfriamiento de los reactores. Pero esa sensación pasó.
“Lo que es nuevo asusta”, dijo Rozhkov. Aún así, insinuó, alguien tenía que ser el primero, y añadió: “Éramos los que estábamos más cerca, así que nos conectaron primero”.
El experimento en Siberia, dijo el profesor Buongiorno, podría ser crucial para convencer a los países de que usar energía nuclear para limitar el cambio climático requerirá más que solo generar electricidad, fuente de alrededor de una cuarta parte de las emisiones de efecto invernadero.
“Descarbonizar la red eléctrica solo te hará avanzar una cuarta parte del camino”, dijo. “El resto procede de todas estas otras cosas”.
De acuerdo, pero, ¿una ducha nuclear? Buongiorno dijo que la aceptaría, pero aceptó que “obviamente no va a funcionar si la gente no se siente cómoda con la tecnología”.
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