Los expertos han criticado al Gobierno la falta de transparencia y la demora a la hora de enviar las muestras para su analisis.
Sigue el misterio en torno a las muertes de alrededor 300 elefantes en Botsuana. Entre las hipótesis que se barajan como posible causa de los fallecimientos, ahora toma fuerza aquella que apunta que una neurotoxina estaría detrás de la muerte masiva de paquidermos.
Primero se habló de caza furtiva (a pesar de que los animales conservaban sus colmillos), luego de falta de agua, se descartó el ántrax y hasta se pensó que la Covid-19 podría estar tras la muerte en masa de elefantes en los últimos tres meses. A falta de los resultados, que se conocerán en los próximos días, el Gobierno de Botsuana y expertos internacionales coinciden en que una neurotoxina sería la responsable de las trágicas muertes. El Ministerio de Medio Ambiente, tras descartar las principales causas de muertes de elefantes en el país, habla de una «nueva enfermedad».
Los expertos han criticado al Gobierno la falta de transparencia y la demora a la hora de enviar las muestras para su análisis, puesto que las primeras muertes, más de un centenar, se notificaron en marzo.
El jueves los funcionarios de vida silvestre de Botsuana confirmaron seis cadáveres más, lo que elevaría la cifra a 281 cadáveres aunque diversas ONG’s de la zona hablan de 350. Las muertes se concentraron en un área de 8.000 km cuadrados que alberga a unos 18.000 elefantes, aproximadamente el 10% de los que viven en todo el país. Ni los carroñeros ni otros animales que habitan en el Delta del Okavango están muriendo en circunstancias parecidas a como lo están haciendo los elefantes. Los expertos han aconsejado a la población de esta región que no interactúe con los paquidermos hasta que se conozca la causa de las muertes.