Brenda Esmeralda e Inés Jesús estaban por contraer matrimonio el próximo sábado 14 de diciembre en una iglesia de Acuitlapilco, Tlaxcala, sin embargo, él murió atropellado una semana antes de llegar al altar.
El novio, de 30 años de edad, perdió la vida cuando una unidad de transporte de la línea Flecha Azul perdió el control sobre la avenida donde trabajaba vendiendo elotes.
Para sorpresa de las decenas de personas que se dieron cita en la iglesia para el funeral de Jesús, Brenda llegó con su ajuar de novia para encontrarse con su prometido, cumpliendo así su promesa de jurarse amor frente al altar.
Ahogada en llanto, la novia se despidió de quien dijo fue el amor de su vida, mientras las familias y amigos seguían incrédulos por el trágico desenlace de la historia de amor de Brenda y “El Bola”, como solían decirle los lugareños a la víctima.
Debido a que casi todos los pobladores acudieron al sepelio, afuera del templo religioso se formó una larga fila, frente a la cual desfiló el féretro de Jesús, quien fue acompañado por la novia hasta el cementerio, donde ella se desplomó al ver cómo enterraban a quien debió convertirse en su esposo.
El novio perdió la vida una semana antes de la boda
Jesús Inés, conocido como “El Bola”, era un vendedor de elotes que trabajaba junto a la carretera Tlaxcala–Puebla.
La noche del 6 de diciembre, una camioneta de la empresa Flecha Azul arrolló a Jesús, causándole la muerte en el lugar.
Los vecinos furiosos interceptaron y volcaron un autobús de la línea Flecha Azul, posteriormente le prendieron fuego, exigiendo justicia por el incidente donde “El Bola” murió.
Ante el llamado de auxilio, elementos de seguridad acudieron al sitio para ofrecer protección y aquellos de la Fiscalía General del Estado se encargaron de procesar la escena y realizar el levantamiento del cadáver.
La molestia de los ciudadanos se debió a la demanda de la detención del chofer responsable de la tragedia, quien se dio a la fuga después de atropellar al comerciante en una zona de vendedores ambulantes.
Los pobladores decidieron bloquear el tramo de la carretera Tlaxcala–Puebla como una muestra de indignación, sin temer por su propia seguridad, mientras pedían acciones ante el desafortunado evento.
Los Policías Estatales junto con la Guardia Nacional hicieron esfuerzos para controlar la situación de agitación. Lo que debió terminar en una celebración, culminó con un funeral.
(INFOBAE)
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