El estudio refiere que entre más pobreza mayor desigualdad y falta de acceso a tiempo para el desarrollo personal de las mujeres.
De acuerdo con el Centro de Estudios Espinosa Yglesias, las mujeres del centro del país, incluidas las de Puebla y Tlaxcala, son el segundo grupo de mujeres a nivel nacional que no solo tienen una posición socioeconómica baja, sino que su condición de mujer y además cuidadora –condición en la que, según el Inegi, se encuentran ocho de cada 10 mujeres de la región-, son condiciones que impiden o dificultan que puedan avanzar económica o socialmente.
El informe “Sistema Nacional de Cuidados. Una vía para la igualdad de oportunidades y la movilidad social” que dio a conocer este día el CEEY, reflexiona sobre la relación entre la falta de un sistema nacional de cuidados que ayude a las mujeres a los cuidados, que además lo formalice y remunere y el estancamiento involuntario de las mujeres para avanzar en lo que los investigadores del Centro de
Estudios llaman “la escalera social” o la movilidad social.
La mirada se centra en las mujeres debido a que la tradición machista las coloca como las principales cuidadoras, en un contexto en el que el trabajo no se paga a pesar de que consume mucho de su tiempo que, en otras condiciones de igualdad, podría ser utilizado para su inserción en la educación, el trabajo o ámbitos políticos y sociales, tanto para las cuidadoras como las personas cuidadas.
Según el estudio, la desigualdad social de las mujeres depende de factores ajenos a ellas mismas, como el factor de la protección social, es decir, el 38 por ciento de la desigualdad de oportunidades para las mujeres se debe a que en su hogar no hubo acceso al trabajo formal y, por lo tanto, a derechos laborales y pensión; el 4 por ciento es por el tono de piel y el 31 por ciento por el nivel socioeconómico de los padres que, de algún modo, se hereda como en un círculo de la desigualdad que está fuera de las manos de las personas.
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En estas condiciones, las mujeres de la región Puebla-Tlaxcala sin seguridad social solo han podido avanzar al lugar 28 de una escala de 25 a 100, mientras que las mujeres con seguridad social de la región avanzaron 40.
Respecto a la posición socioeconómica que alcanzaron las mujeres que provienen de hogares con menor nivel socioeconómico y que además no han podido ingresar al mercado laboral por condiciones sociales ajenas a su voluntad, la región Puebla-Tlaxcala es la segunda con el menor avance.
En este caso, las mujeres que no han trabajado avanzaron a la posición 36 (de una escala de 25-100), mientras que las que sí lograron trabajar avanzaron a la posición 39, lo que indica que la desigualdad laboral es aún notable en la región, a diferencia de los estados de la zona norte con avances entre 43 y 46 en movilidad social.
Al respecto, la investigadora Mónica Orozco, dijo este lunes que un sistema nacional de cuidados “crea oportunidades de movilidad social, tanto para las personas que requieren cuidados como para sus cuidadoras, amplía las oportunidades de elección para las mujeres cuidadoras al reducir la sobrecarga de trabajo no remunerado, al promover la autonomía y las posibilidades de las mujeres de vivir libres de violencia”.