En Tlaxcala, tres de cada 10 mujeres privadas de su libertad no tienen acceso al trabajo remunerado que les permita cubrir los gastos dentro de los Ceresos del estado, o bien, para aportar a la economía familiar durante su estancia, reveló el análisis «El rostro femenino de la reinserción social» que realizó el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Señaló que el derecho de las mujeres al trabajo remunerado dentro de las cárceles fortalece el objetivo de la reinserción social y la autosuficiencia, además de que mejora su capacidad de cuidado de la familia a la distancia o con hijos en la cárcel.
De acuerdo con el IMCO, en los Ceresos de Tlaxcala el 66 por ciento de las mujeres realiza una actividad laboral para obtener un pago o un beneficio, mientras que el 33.7 por ciento no tuvo acceso a puestos de trabajo.
Esto coloca a la entidad en el lugar 22 sobre el acceso de las mujeres privadas de su libertad a la ocupación laboral. Este porcentaje, además, remarca la desigualdad de género debido a que en Tlaxcala el 85.1 por ciento de los hombres en las cárceles trabaja y recibe pagos o beneficios.
Puebla, cuarto mejor porcentaje de mujeres con trabajo en Ceresos
En contraparte, Puebla tiene el cuarto mejor porcentaje de ocupación laboral de mujeres en los ocho Ceresos, con el 85 por ciento de ellas con trabajo, ingresos o beneficios, mientras que el 14.8 por ciento no trabaja. Los estados que se ubican por encima de Puebla son Oaxaca, Guerrero y Quintana Roo, con más del 85 por ciento de las mujeres ocupadas.
Por otro lado, la revisión de la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad (ENPOL) refiere que en ambas entidades el 37.7 por ciento de las mujeres ocupadas hace trabajo de maquila, el 29.2 por ciento a labores artesanales y 19.9 por ciento a la carpintería.
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