El padre, la madre y la tía de Liz aseguran que la FGE tiene todo lo necesario para detener a los integrantes de una banda que ocasionó la riña donde la joven fue asesinada.

Ante la inacción de la Fiscalía General del Estado (FGE) para detener al asesino de Lizbeth Vega Domínguez, la joven que fue apuñalada en una riña de carnaval en el colonia Manuel Rivera Anaya, sus familiares y amigos se manifestaron en las inmediaciones de Casa Aguayo, sede el Poder Estatal.

Con pancartas donde exigen que este crimen no quede impune María Salomé Domínguez y Francisco Javier Vega, padres de Liz pudieron acceder al recinto, que fue bloqueado por granaderos, para presentar una queja al gobernador Luis Miguel Barbosa con la esperanza de que se detenga al responsable.

De acuerdo con la madre de la joven de 22 años, la FGE tiene todo lo necesario para detener a los integrantes de una banda que ocasionó la riña en la que su hija perdió la vida, pero le dicen que necesitan saber el apodo de los miembros para saber cual puede ser el que clavó el puñal en el estómago y en el pecho de Liz.

Añadió que es tal el descuido de los peritos de la FGE, que ella misma tuvo que levantar un puñal en la zona donde sucedió el crimen y lo presentó como una prueba.

Isela Domínguez, tía de la joven también comentó que ni el día del carnaval, ni tras la muerte de su sobrina se han realizado patrullajes por parte de la Policía Municipal de Puebla, y que la situación de violencia de la Rivera Anaya está en aumento.

Ambas mujeres señalaron que no es posible que no puedan salir ni a la tienda por el temor de ser asaltado, golpeado o asesinado, como les sucedió a ellos que al salir de un baile, el pasado 13 de marzo, cuando unos huehues interceptaron a Liz a su hermana Itzel y a su papá, desatándose una riña en la que fue lesionada de muerte.

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