Por: Rocío García Olmedo
El Plan C del presidente de la República, es que su partido político logre mayorías calificadas en el Congreso de la Unión, tanto en la Cámara de Senadores, como en la Cámara de Diputados en la elección del 2024. Lo ha mencionado en varios momentos. Lo necesita para contar con los votos que le permitan sacar adelante sus reformas anheladas a la Constitución.
Ello habla de que todos los partidos opositores deben estar preparados con sus mejores hombres y mujeres, que cumplan requisitos de ley, que sean competitivos y que tengan formación política, para evitar que el partido oficial del presidente tenga esas mayorías.
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Además, todos los partidos políticos el oficial, y los de los opositores deberán cumplir también con el principio de paridad, lo que significa haber preparado con antelación cuadros de hombres, pero también de mujeres.
Esto también debe suceder para el resto de los cargos que como en el caso del estado de Puebla serán electos todos, desde diputaciones locales, gobierno del estado, presidencias municipales, regidurías y sindicaturas; de manera que lo mismo puedan postular a uno o a otra, cuando les sean determinados los bloques de competitividad en los que participarán sin necesidad de caer en los absurdos de echar mano de oportunistas políticos o personas sin formación.
Las listas de personajes en todos los partidos políticos siguen creciendo y un punto que para nosotras las mujeres que participamos en lo público es muy importante -por los antecedentes registrados en nuestra entidad- es que los partidos políticos cumplan con postular a personas que no sean deudores alimentarios, que hayan cometido violencia familiar y violencia política contra las mujeres por razón de género.
Puebla en la elección de hace seis años fue catalogado, con la mayor incidencia de violencia política que se ejerció contra las mujeres postuladas para el gobierno del estado por razones de género, lo que dio cauce a la construcción del concepto, a incorporarlo posteriormente en la normativa, a implementar acciones de prevención, de sanción hasta llegar a las garantías de reparación y no repetición que hoy son ley.
Lo comento también porque la voz diaria del presidente López Obrador insiste en deslegitimar a las mujeres, en una clara violación a la ley.
Lo hace con una absoluta falta de respeto en contra de las mujeres que ocupan cargos relevantes, la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la Consejera Presidenta del Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información (INA), en días recientes en contra de las mujeres que presiden la Cámara de Senadores y la Cámara de Diputados, solo por poner ejemplos actuales ya que esta actitud ha sido recurrente durante todo su gobierno.
Ello llama nuestra atención por la presencia de lo que pareciera ser entonces una contradicción de su parte o ¿cómo debemos interpretarlo?
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Él promovió y recientemente designó a una mujer para ser postulada por su partido oficial para ocupar justo uno de esos cargos de la más alta relevancia en nuestro país, el de la presidencia de la República, entonces ¿por qué la falta de respeto para las otras mujeres que ocupan cargos de relevancia?
En el supuesto de que triunfara su candidata ¿Cómo será entonces su comportamiento con la mujer que de hecho él postuló para sucederlo? O será que ¿sólo deslegitima a las mujeres que él no ha designado?
Y si su Plan C son las Cámaras Federales y para su integración los partidos deberán postular paritariamente a hombres y mujeres de lo que resultará sin duda que la mitad se verá conformada por mujeres ¿cómo será su actitud con ellas? Porque sin duda él sólo podrá respetar a las que él designará y que contenderán por su partido político, pero habrá muchas otras que no procederán de su partido oficial y que no podrá designar, pero que también se integrarán a las Cámaras, -situación similar que sucederá con los hombres que sean postulados, porque va a necesitar sus votos para cumplir ese deseo anhelado en su Plan C.
Como necesitará también los votos de la mitad más uno de los Congresos de los Estados para su Plan C porque para reformas constitucionales se instalan como Congreso Constituyente.
De ahí la importancia de que los partidos opositores tengan claridad sobre a quienes postularán para estos cargos en el 2024. Ya lo veremos.
Foto: Especial