De hierro, de varilla, de cemento, de madera o de todos los materiales de construcción se observaron más de 50 cruces de todos los tamaños
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. Así se rezan y se persigan decenas de albañiles frente a la cruz del altar del Santuario Guadalupano para dar gracias a Dios porque la pandemia de Covid-19 está disminuyendo y al fin tendrán trabajo.
Este 3 de mayo de 2022, después de dos años de que la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) no realizara el concurso de cruces del Día de la Santa Cruz, los trabajadores de la construcción se dieron cita en el templo ubicado a un costado del Seminario Palafoxiano.
De hierro, de varilla, de cemento, de madera o de todos los materiales de construcción se observaron más de 50 cruces de todos los tamaños, resultando ganador fue Luis Cruz de la junta auxiliar de La Resurrección.
Contó que tiene 41 años de edad, y que desde los 16 se dedica a la albañilería pero que esta es la primera ocasión que participa en el concurso, y que fue su hijo quien lo impulsó a inscribirse.
Alejandro Romero tiene 45 años, se dedica a la construcción desde los 20, y des hace 10 que participa en el concurso de cruces. Hace algunos años ganó la competencia donde se califica originalidad, material y técnica artesanal, pero que a el le importa más venir por la bendición de la cruz que por los premios.
Andrés Romero tiene 50 años, desde los 20 es albañil y elabora cruces porque fortalecen su espíritu, además de que en esta ocasión viene a agradecer a la Virgen de Guadalupe que la pandemia esté disminuyendo.
Todos los albañiles, fierreros, yeseros y pintores con los que Urbano platicó coincidieron en señalar que la pandemia de Covid-19 los mantuvo desempleados y subsistiendo con lo más mínimo.
Previo al concurso el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, celebró la eucaristía y les recordó que la Cruz es el símbolo de redención de los católicos y que los trabajadores de la construcción están protegidos por Jesucristo.