Sus padres le inculcaron desde muy pequeñito una fervorosa devoción hacia Jesucristo y a la Virgen María.
Nació en 1350 en Valencia, España. Sus padres le inculcaron desde muy pequeñito una fervorosa devoción hacia Jesucristo y a la Virgen María y un gran amor por los pobres.
Le encargaron repartir las cuantiosas limosnas que la familia acostumbraba a dar.
Así lo fueron haciendo amar el dar ayudas a los necesitados.
Lo enseñaron a hacer una mortificación cada viernes en recuerdo de la Pasión de Cristo, y cada sábado en honor de la Virgen Santísima.
Estas costumbres las ejercitó durante toda su vida.