En México 8 de cada 10 adultos mayores vive algún tipo de pobreza o carencia.
En Puebla, el 26.8 por ciento de la población de 65 años y más, es decir, 135 mil 500 personas, no tienen acceso a la seguridad social.
En Tlaxcala la cifra es de 24 mil 700 personas adultas mayores sin seguridad, lo que representa el 26.3 por ciento del total de la población mayor de 65 años, refieren datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
El Coneval define la seguridad social como la protección que el Estado proporciona a los individuos y los hogares para asegurar el acceso a la asistencia médica y garantizar la seguridad del ingreso, en particular en caso de vejez, desempleo, enfermedad, invalidez, accidentes del trabajo, maternidad o pérdida del sostén de familia.
Cifras oficiales revelan que en los últimos 10 años se redujo 50 por ciento el número de ancianos sin seguridad social en Puebla y Tlaxcala, aunque, en su comparativo con el censo de 2016, las cifras aumentaron en 2018 después de un descenso constante al pasar de 15 mil ancianos sin seguridad a 24 mil en el caso de Tlaxcala, y de 95 mil a 134 mil en Puebla.
Aunque ese aumento podría deberse al cambio generacional, de acuerdo al porcentaje de la población mayor de 65 años se reportaron aumentos de 20 a 26 por ciento en Puebla entre 2016 y 2018, y de 16 a 26 por ciento en Tlaxcala de la población mayor de edad que no tiene acceso a la salud y otros derechos relacionados al trabajo o jubilación.
Con datos actualizados a 2018, en México hay un millón 842 mil personas mayores de 65 años sin acceso a la seguridad social; esta cifra representa el 17.7 por ciento de la población adulta mayor.
Similar a los movimientos en Puebla y Tlaxcala, a nivel nacional se observa una disminución entre 2008 y 2016 para tener un repunte en 2018 de más de 500 mil mexicanos en condiciones vulnerables.
Por otro lado, en el país 34.4 por ciento de los adultos mayores vive en pobreza moderada, el 26.9 por ciento es vulnerable por carencias sociales, 8.3 por ciento es vulnerable por ingresos, 6.8 por ciento vive en pobreza extrema y 23.7 por ciento es no pobre y no vulnerable.