La alimentación orgánica genera mejorías en los pacientes que padecen esta enfermedad.
Angelina Ramírez Bolaños hoy tiene 30 años, pero desde los 13 años es oficialmente una sobreviviente del cáncer infantil que atacó su cuerpo y que logró superar con una buena alimentación, además de las quimioterapias.
La mujer recordó cómo el médico a cargo de su tratamiento insistía a su madre en que procurara darle comida y bebidas preparadas por ella misma, evitando a toda costa los productos enlatados e industrializados.
En entrevista, señaló que esto ayudó a que la leucemia linfoblástica no se extendiera y por esa razón pidió que ahora los padres de familia procuren la alimentación orgánica en vez todos los productos empaquetados y con conservadores añadidos.
“Yo comía fruta, verdura, agua preparada en casa. Nada de químicos, nada de juguitos, porque todo esto contiene conservantes y químicos, y eso es lo que más propicia que se expanda (el cáncer). Todo eso le decía el doctor a mi mamá y ahora estoy aquí”.
A quienes discriminan, les pido que se informen
Pero esto no es lo único, Angelina rememora, con lágrimas en los ojos, cómo la discriminación de gente que no sabía a ciencia cierta en qué consistía su padecimiento, hacía más duro el proceso de su enfermedad.
Recordó que maestros y compañeros de escuela la segregaban como si su enfermedad fuera infecciosa y por eso, ahora enseña a sus hijas –a quienes tuvo a pesar de que le habían dicho que no podría ser madre–, que no deben menospreciar a nadie y menos por causa de un padecimiento.
Llama a vigilar a los niños
Angelina Ramírez también recomienda a los padres de familia que vigilen a sus hijos y los cambios en su cuerpo, especialmente, si se presentan síntomas como caída de cabello, manchas rosadas, moretones en el cuerpo, dolor de estómago, sangrado de nariz sin motivo aparente, vómitos, dolor de cabeza o mareos.
Al contar su experiencia, menciona que ella tuvo algunas de estas manifestaciones y en un principio le diagnosticaban otro tipo de enfermedades, por lo que no tuvo una detección oportuna.
Subrayó que además no logró encontrar donadores para recuperarse, por lo que se tuvo que recurrir a un “trasplante autólogo”, que estuvo acompañado por recaídas y en su momento, por un paso por terapia intensiva.
Sostiene que su corazón se detuvo; pero lograron reanimarla y salió adelante gracias a los esfuerzos de su madre y de sus médicos, para que la enfermedad que la atacó a los siete años de edad por fin fuera declarada en remisión.