La rotura hepática se da en uno de cada 450 mil embarazos, y en Puebla no existía un caso reportado en los últimos 30 años
Adael nació y murió el 6 de enero del 2018, “la eternidad de Dios” es el significado del nombre que eligieron sus padres Nancy Elizabeth Morán de 31 años y José Manuel Rodríguez de 36 años, quienes están seguros de que los tres, algún día volverán a encontrarse; quizás en el cielo. Mientras esto sucede Adael sonríe y baila sobre una nube como todos los ángeles lo hacen. Desde las alturas cuida a sus padres quienes aprendieron a vivir. ¡Sí, a vivir¡…
“Sin signos vitales” gritaban las enfermeras cuando Nancy llegó al Hospital General de Zona 20 La Margarita del IMSS. Su cuerpo inerte sobre una camilla fría recorría el pasillo de urgencias rumbo a la sala de expulsión.
“37 semanas de embarazo” fue lo único que pudo decir Manuel mientras sus ojos contenían el llanto, y en su pensamiento clamaba a Dios que salvara a su esposa y a su hijo; algo que inmediatamente descartaron los médicos al referirle que había estallado el hígado de Nancy.
La rotura hepática se da en uno de cada 450 mil embarazos, y en Puebla no existía un caso reportado en los últimos 30 años, narró el Director de Ginecología y Obstetricia del IMSS, Alejandro Corte Ramírez, quien encabezó a un equipo multidisciplinario de siete médicos quienes durante 48 horas realizaron tres procesos quirúrgicos.
Debido a la preeclampsia que padecía Nancy, y a que perdió 12 litros de sangre durante las cirugías, Adael nació mediante cesárea y presentó una frecuencia cárdiaca muy baja. A pesar de los esfuerzos médicos para salvarlo falleció 24 horas más tarde…
Nancy y Manuel se conocieron a finales de los 90s, cuando ella entraba a la preparatoria y él planeaba ser ingeniero industrial. El romance floreció a lo largo de una década, y llegaron al altar con la ilusión de tener hijos planeados, no de los que se tienen cuando el anticonceptivo falla.
Cinco años después de casados, decidieron que era tiempo de traer al mundo un hijo a que llamarían Adael. Todo pintaba de maravilla y a un mes de que naciera su primogénito, un día Nancy tuvo un intenso dolor de cabeza que la hizo desmayar. Cuando abrió los ojos estaba en el hospital con una vida nueva, mientras su hijo Adael, viaja en una nube al cielo.
“Veo la vida diferente, soy más consiente de todo. Estoy sanando la muerte de mi hijo. Dios me dejó aquí para seguir adelante”, dijo Nancy; mientras Manuel aseguró que conversa con Adael “Nuestro hijo nos enseñó que no sabemos cuánto dura la vida. Pueden ser cinco minutos, una hora o solo 24 horas”, comentó
Nancy y Manuel intentarán ser padres una vez que termine su duelo, una vez que Adael termine de desempacar sus maletas en el cielo…
De acuerdo con datos del IMSS la mortalidad de personas con hígado roto es del 90 por ciento y desde 2009 hay reportados 190 casos de mujeres embarazadas con este padecimiento a nivel nacional, sin que en Puebla exista un registro histórico desde hace por lo menos 30 años.
En este caso en la primera cirugía consistió en «empaquetar» el hígado para reducir la hemorragia; en la segunda “clipparon” las arterias hepáticas y sellaron el órgano; y en la tercera se procedió a desempaquetar para propiciar su recuperación. Para compensar los 12 litros de sangre perdida por la paciente se requirieron 33 bolsas de sangre, 38 plasmas, 12 crioprecipitados y 134 concentrados plaquetarios.