Las restricciones por la pandemia de coronavirus impidió abrir el templo para que los fieles visitarán a la virgen y pasaran por debajo de su manto, como es la costumbre.
La crisis por la pandemia no destruye la fe de los poblanos que poco a poco acuden al templo de la Iglesia de la Virgen del Carmen, para dar gracias por los milagros obtenidos y solicitar nuevos favores.
Los fieles católicos empezaron a llegar desde temprana hora a la reja del templo ubicado entre 16 de septiembre y 17 oriente para dar gracias a la Virgen, pues el inmueble está cerrado por la emergencia sanitaria.
Ante la afluencia de gente, los encargados del templo decidieron sacar la imagen al atrio, esto sin abrir la reja principal, lo que permitió a los devotos continuar sus oraciones.
La tradición marca que el 16 de julio los devotos visitan a la virgen, llevando un escapulario para que sea bendecido por los frailes. Luego se hace una larga fila que pasa por debajo de su manto para agradecer o pedir algo a la imagen.
En el jardín aledaño se instala una feria donde se come de todo, principalmente antojitos poblanos. Esta feria y la fiesta en favor de la virgen se realiza desde 1856.
Los poblanos que llegaron a las afueras del templo lo hicieron con cubre bocas y manteniendo su sana distancia, como parte de las recomendaciones de salud para evitar la propagación del COVID-19.
Es importante precisar que las actividades que realiza la propia iglesia, se transmitirán en las redes sociales y garantizar que los católicos no se quedarán sin misa o el rezo del rosario para celebrar a la Virgen del Carmen.