Hoy se llevó a cabo la celebración eucarística por el cambio de vestido de la virgen, patrona de Huamantla.

La pandemia por COVID19, no impidió que en Huamantla se cumplieran 143 años de la tradicional confección y bordado del vestido de la Virgen de la Caridad; entre hilos de seda, canutillo de oro y tras  bastidores un grupo de 40 mujeres trabajaron por tres meses para confeccionar el vestido y manto que la patrona del Pueblo Mágico estrenó este día.

Las bordadoras trabajaron en Museo Casa Carito, y algunas desde sus hogares para evitar riesgo de contagio por la emergencia sanitaria, en cada punta una petición para que se acabe la pandemia, pero también para dar gracias por los favores recibidos durante el año.

 

En cada trazo del manto de tres metros, un agradecimiento por la salud de los habitantes de Huamantla, por los milagros manifestados en aquellas personas que contrajeron el virus y lo vencieron, y por el alma de aquellas que no lo lograron, así lo explicó Elvira Hernández Torres quien junto con su hermana mantienen la tradición que nació en 1878.

Elvira Hernández recordó que hace 143 años María de Jesús Farfán, llegó de España para vestir a la Virgen de la Caridad en Huamantla, ella dominaba la técnica del bordado fino y desde entonces se adaptó como una tradición anual que se mantiene al momento a pesar de las circunstancias sanitarias, gracias a la fe del Pueblo Mágico.

 

Este año el estreno de la patrona de Huamantla fue donado por la familia Hernández Aquino, y tiene como tema central del diseño a la Sagrada Familia, el diseño estuvo a cargo de la señora Graciela Espino Domínguez, el manto mide más de tres metros y está bordado con hilo de seda, canutillo de oro, y cuentas.

Se organizaron grupos de 10 bordadoras que durante el día trabajaron en las ropas de la virgen, por espacio de cinco horas, quienes entre oraciones, peticiones y rezos confeccionaron las prendas en un periodo de tres meses.

Fue hoy en una celebración eucarística presidida por el Obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino que se mostró a la Virgen de la Caridad con su nuevo atuendo.

 

En la  homilía el representante de la iglesia católica resaltó la labor de las bordadoras y la fe con la que año con año  realizan los cambios de ropa de la virgen.

También, el Obispo llamó al pueblo de Tlaxcala a quedarse con los brazos cruzados en estos tiempos difíciles por la pandemia y manifestar su fe.

“Esta fiesta de Nuestra Señora de la Caridad nos está diciendo que ante estos tiempos difíciles debemos  manifestar nuestra fe, nuestra esperanza y caridad con los demás desde la alegría del Evangelio, compartiendo desde nuestra pobreza, nuestro tiempo, capacidades, cualidades no nos podemos quedar con los brazos cruzados necesitamos salir donde está la necesidad, donde hay ese dolor en las periferias ya sea existenciales o geográficas”.

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